PERIODISTAS

miércoles, 14 de marzo de 2012

EL PERIODISTA QUE VIENE


El catedrático de Comunicación de la Universidad de Málaga, Bernardo Día Nosty, ha escrito el Libro negro del periodismo en España, donde hace una radiografía sombría del oficio. El autor mantiene que la recesión económica no ha sido la  principal causa de la crisis de la profesión, sino que ha venido a agravar la situación que ya existía en el negocio de los medios. Relaciona el declive con la gobernanza del sistema en un nuevo escenario tecnológico y cultural.

Y lo traduce en cifras: en cuatro años (2008-2011), 4.800 personas (de ellos 1.700 periodistas) han perdido su empleo en los medios de comunicación. Y sólo en 2011, salieron de las facultades españolas de Periodismo y Comunicación Audiovisual más de 3.000 licenciados que deberán competir por menos de 600 puestos de trabajo. Los becarios y jóvenes licenciados que llegan a las redacciones cobran hasta un 75% menos de sueldo que los profesionales a los que sustituyen.

Según los analistas, el coqueteo de la profesión con el poder y la política es otra de las amenazas del oficio, ya que erosiona su credibilidad alejándolo de la realidad social y de su función de control democrático. Advierten que la orientación de los grandes medios está marcada los valores mercantiles y sus servidumbres, determinando la agenda y la calidad de contenidos, cada vez más inclinados al sensacionalismo y el espectáculo.

Por otra parte, la revista Periodistas, que edita la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), publicó ¡Que paren las rotativas!, un reportaje donde analiza el difícil proceso de reconversión del periodismo.

Dicho reportaje dice que mientras internet ha conquistado a las audiencias, aupada por la gratuidad, la inmediatez y la portabilidad de los nuevos soportes; los medios tradicionales han reposado los ingresos "tumbados en el diván de la abundancia". Concluye que los medios tradicionales han generado grandes beneficios hasta la eclosión digital y los nuevos hábitos de comunicación, y consumo de información que han traído consigo.
Según el blog periodismoparaperiodistas, el problema laboral de esta profesión reside también en la cifra de estudiantes de periodismo que ha propiciado la multiplicación de facultades, de modo que "la fascinación social por los medios y su exposición e influencia casi ha doblado las matriculaciones en pocos años".

Desde sus organismos de representación, el sector reclama un estatuto del periodista profesional y un código de autorregulación, fundamental para recobrar la confianza del ciudadano.

En esta línea, el experto brasileño Rosental Alves habla de “mediacidio” de la industria, es decir, el suicidio de los medios que no emprendan la transformación digital, con las lógicas consecuencias negativas para sus trabajadores.

Avisa que la única vía para salvar la industria es reconstruir el periodismo tradicional, autoevaluar todas las estructuras. Asegura que serán necesarios empresarios y profesionales que entiendan lo que pasa, identificando tendencias y observando los cambios que vienen de los usuarios.

Los diferentes foros de debate en torno a la profesión periodística coinciden en que el periodista que viene habrá de ser emprendedor y aprovechar las nuevas herramientas digitales a su alcance para el ejercicio individual y colectivo, abandonando la dependencia de las empresas informativas, para ser administrador de su marca y dueño de su negocio.

Fuentes:
‘El libro negro del periodismo en España’, de Bernardo Díaz Nosty, editado por la Asociación de la Prensa de Madrid. (Madrid 2011)
Derecho de la Información, Joaquín Urías

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