Ante
la actual situación de crisis generalizada en torno a nuestra
profesión, con despidos masivos, precariedad laboral, intrusismo y
ruedas de prensa sin preguntas, la Asamblea General de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), ha acordado que el jueves 3 de mayo, Día Mundial de la Libertad de Prensa, las asociaciones integradas en la Federación, tanto federadas como vinculadas, convoquen simultáneamente en las ciudades de España concentraciones de periodistas, invitando a sumarse a ellas a los colectivos sociales, por la libdertad de prensa y por el periodismo.
Varias asociaciones han iniciado ya los preparativos para la convocatoria. Así, las de Madrid y Almería han publicado en sus respectivas páginas web diez razones para concentrarse el próximo día 3. También van haciéndose públicos los lugares y la hora a la que tendrán lugar las distintas concentraciones:
ALMERÍA: 11:30, en Puerta Purchena, junto a la estatua de Nicolás Salmerón.
CÁDIZ: 10:30 horas, en el "Candao" de la plaza de España.
HUELVA: 12:00 horas, en la plaza de las Monjas.
MADRID: 12:00
horas, en la explanada del Museo de Arte Público, bajo el puente de
Juan Bravo, entre la calle Serrano y el paseo de la Castellana.
SEGOVIA: 12:00 horas, en la plaza Mayor.
SEVILLA: 19:00 horas, en la plaza Nueva.
VALENCIA: 12:00 horas, en la plaza del Patriarca.
En el marco de su Asamblea general, la FAPE ha aprobado también la declaración de Valladolid, con el siguiente texto:
DECLARACIÓN DE VALLADOLID
El
periodismo afronta hoy uno de los desafíos más grandes de su historia,
un reto que invita a los periodistas a tomar el liderazgo del cambio, a
impulsarlo con nuevas ideas y proyectos.
Arrinconados
por una doble crisis, la económica y la de modelo, el periodismo y los
periodistas nos preguntamos cuál es la salida, qué debemos hacer para
convertir el pesimismo en optimismo y cuál es, en definitiva, nuestra
alternativa al único recurso que han puesto en marcha los editores con
implacable decisión: los despidos masivos y la precarización de las
condiciones laborales y salariales. Un recurso que, no olvidemos, ha
pasado a ser mucho más fácil y barato que antes de la reciente reforma
laboral.
Nuevas
formas de narrar los hechos, nuevos soportes para difundirlos, nuevas
herramientas que aprender a manejar, todo es nuevo y ha llegado para
quedarse. La información es un bien escaso y demandado que no puede
morir.
No
hay soluciones milagrosas a la vista para salir de la grave crisis
actual, pero en la FAPE estamos seguros de que el futuro sigue estando,
independientemente del soporte en que se exprese, en el periodismo hecho
con rigor, el periodismo que contrasta la información, el que verifica
lo que está ocurriendo, el que recurre al uso independiente y plural de
las fuentes y el que cumple las normas éticas y deontológicas que rigen
nuestra profesión.
La
única certeza que tenemos es que sin periodistas no hay periodismo.
Podrán cambiar las redacciones, podrán cambiar los escenarios laborales,
pero siempre se necesitará un periodista bien formado y capacitado
para jerarquizar la abundante información que circula, para cubrir las
noticias que interesan y preocupan a los ciudadanos y para hacer las
preguntas que temen los poderosos.
Convencidos
de que el periodismo es un acto ético y exigente, la LXXI Asamblea de
la FAPE, reunida en el Patio Herreriano del Museo de Arte Contemporáneo
de Valladolid el 14 de abril de 2012, aprueba la siguiente Declaración.
MANIFESTAMOS
-QUE
los periodistas no podemos ni debemos perder el tren de la
transformación que avanza en nuestro oficio y en nuestras formas de
elaborar y difundir la información.
-QUE
los periodistas no debemos “comprar” lo que más se vende, lo que está
de moda. Nuestra responsabilidad hacia la sociedad nos obliga a ser
originales, a descubrir qué se esconde detrás de lo que se quiere
ocultar a los ciudadanos.
-QUE
el acelerado avance digital nos convoca a la realización de un gran
esfuerzo de adaptación, a imaginar nuevas formas de trabajo y a impulsar
proyectos periodísticos propios sin miedo ante el futuro.
-QUE
los periodistas tenemos que convertirnos en gestores de nuestros
contenidos y de nuestras plataformas, ponerlos en valor y estar en
contacto permanente con los usuarios para responder a sus necesidades
informativas.
-QUE
la revolución digital exige de las universidades que adapten sus planes
de estudios a las necesidades reales de sus alumnos en el cada vez más
duro y complejo camino hacia el mercado de trabajo.
-QUE
sostenemos que los editores necesitan con urgencia un cambio de
mentalidad, una imprescindible adaptación al nuevo modelo de negocio. No
es de recibo que apuesten por la precariedad, por la desmotivación de
sus plantillas, que den, en definitiva, pasos que están llevando al
hundimiento de sus empresas.
-QUE
la insistencia de las autoridades públicas e institucionales, y en
primer lugar de los que gobiernan, por las ruedas de prensa sin
preguntas y las declaraciones enlatadas, anulan el papel del periodista y
el derecho de información de los ciudadanos.
Al
mismo tiempo que buscamos nuevas oportunidades, no dejaremos de
insistir en que hay que seguir haciendo periodismo de calidad. En este
sentido, rechazamos de plano la estrategia de algunos medios de expulsar
de las redacciones a periodistas experimentados para sustituirlos con
becarios sin remunerar y contratados con un salario indigno.
También
defenderemos la pervivencia de los más altos estándares éticos en
nuestro trabajo y exigiremos el mismo comportamiento a los editores y a
las fuentes. El ejercicio del periodismo de acuerdo a las normas éticas
refuerza nuestra credibilidad, dignifica nuestra profesión y sirve de
freno a cualquier intento de los poderes de controlar y manipular la
información.
Y
seguiremos contando los hechos donde quiera que se produzcan para
difundirlos en el soporte que toque, absolutamente convencidos de que el
avance tecnológico nunca podrá suplir al periodista, ni trastocar los
principios del periodismo.
Fuentes: